Detesto el tenis, lo odio con toda mi alma, y sin embargo sigo jugando, sigo dándole a la pelota toda la mañana, y toda la tarde, porque no tengo alternativa. Por más ganas que tenga de parar, no lo hago. Sigo suplicándome a mí mismo para, y en cambio sigo. Y ese abismo, esa contradicción entre lo que quiero hacer y lo que de hecho hago, me parece la esencia de mi vida.
Open: Memorias, Andre Agassi (Duomo, 2014)
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